jueves, 5 de noviembre de 2009

EL DIA DE LOS "FIELES" DIFUNTOS

El día de los Fieles Difuntos, es una celebración católica que tiene lugar todos los años el 2 de noviembre, cuyo objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal y que se encuentran aún en estado de purificación en el purgatorio. Esto esta sustentado por 2Mac. 12:46, que dice: "Mandó Juan Macabeo ofrecer sacrificios por los muertos, para que quedaran libres de sus pecados".


La práctica de orar por los difuntos es sumamente antigua y siguiendo esta tradición, en los primeros días de la Cristiandad se escribían los nombres de los hermanos que habían partido en la díptica, que es un conjunto formado por dos tablas plegables, con forma de libro, en las que la iglesia primitiva acostumbraba a anotar en dos listas pareadas los nombres de los vivos y los muertos por quienes se había de orar.

En el siglo VI los benedictinos tenían la costumbre de orar por los difuntos al día siguiente de Pentecostés. En tiempos de San Isidoro († 636) en España había una celebración parecida el sábado anterior al sexagésimo día antes del domingo de pascua (Domingo segundo de los tres que se contaban antes de la primer de cuaresma) o antes de pentecostés.

En Alemania cerca del año 980, según el testimonio de un abad, hubo una ceremonia consagrada a la oración de los difuntos el día 1 de noviembre, fecha aceptada y bendecida por la Iglesia.

Odilo en el 980, abad del Monasterio de Cluny, en el sur de Francia, añadió la celebración del 2 de noviembre como fiesta para orar por las almas de los fieles que habían fallecido, por lo que fue llamada "Conmemoración de los Fieles Difuntos". De allí se extendió a otras congregaciones de benedictinos y entre los cartujos; la Diócesis de Lieja la adoptó cerca del año 1000, en Milán se adoptó en el siglo XII, hasta ser aceptado el 2 de noviembre, como fecha en que la Iglesia celebraría esta fiesta.

Durante la Reforma protestante, la celebración de los Fieles Difuntos fue fusionada con la de Todos los Santos por la Iglesia Anglicana, aunque fue renovada por ciertas Iglesias conectadas con el movimiento de Oxford en el siglo XIX.

Además del texto de 2 de Macabeos, la celebración tiene una base teológica en lo que Jesús dijera en Mateo 12:32, que dice: “A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero”. San Gregorio Magno uso este verso para enseñar que esa era una razón para orar para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían sin perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecen misas, oraciones y limosnas por su eterno descanso.

Sin embargo, debemos destacar que la Biblia no da seguridad ni garantía al que muere, porque después de la muerte lo que le queda al hombre es el juicio (Hebreos 9:27).

A pesar de la influencia de Lutero, que abolió esta celebración en Sajonia y de las penas eclesiásticas luteranas, aun sobrevive esta celebración en la Europa protestante.

Otras Iglesias protestantes, como las evangélicas no celebran alguna fiesta análoga en memoria de los difuntos. Partiendo de lo que dice La Palabra de Dios en Levíticos 20:26-27: “Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos. Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos”

Texto que contradice El libro 2° de los Macabeos por lo cual se cree que no se debe invocar a los muertos en ninguna de sus formas. El libro de los macabeos no forma parte del Canon de las Escrituras, un libro apócrifo, el cual no merece ningún tipo de crédito inspiracional, solo lo usamos como consulta histórica.

Es por eso también es que ante la Dieta de Worms en el 1521, Martin Lutero dijo lo siguiente:

"Estoy sometido a mi conciencia y ligado a la palabra de Dios. Por eso no puedo ni quiero retractarme de nada, porque hacer algo en contra de la conciencia no es seguro ni saludable. ¡Dios me ayude, amén!".

Así todos nosotros debemos adherirnos, asirnos, amarrarnos a la Palabra de Dios con consistencia y sacrificio. De esa forma rechazar estas prácticas paganas. Hay gente que el día de mañana, de los fieles difuntos, visitan las tumbas de sus seres queridos, para limpiarla, llevarle flores y velas; ignorando que eso en nada beneficia al muerto; todo lo que debía haber hecho, debió hacerlo en vida; porque después de muerto nada lo salva, nada le hará cambiar su condición espiritual. Si usted como cristiano quiere limpiar la tumba de algún familiar, hágalo, pero preferiblemente en otra fecha, y entendiendo que la limpiara solo para que la morada de sus huesos este limpia materialmente, y no espiritualmente, porque nada puede hacer.

Ya sabemos y confirmamos que la fiesta del día de los fieles difuntos es una práctica pagana y anti bíblica.


MINISTRO HILARIO BALIO

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