INTRODUCCION
La República de Haití o Haití, como le llamamos popularmente es el país que ocupa la parte occidental de la isla La Española, compartiendo dicha isla con nuestra Republica Dominicana. Su territorio comprende igualmente varias islas, dentro de las cuales están: la isla de la Gonâve, la isla de la Tortuga, el archipiélago de las islas Cayemites y la isla de Vaches; así como otros diversos islotes de sus aguas territoriales. La superficie total de Haití se extendió en 27.750 km², albergando una población de 10.033.000 habitantes, según datos recogidos en el año 2009. Siendo su capital y ciudad principal; Puerto Príncipe.
Haití ha sido objeto de suspensiones constitucionales en los 25 años más recientes, producto de la violencia política, particularmente tras el golpe de estado militar de 1991 y la crisis de 2004 que forzó la intervención de Naciones Unidas mediante el destacamento de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH).
Haití proclamó su independencia el 1 de enero de 1804, siendo el segundo país del continente americano, y primero de América Latina en acceder a ella tras un singular proceso revolucionario de carácter abolicionista iniciado en 1791 que desembocó en una prolongada lucha armada contra Francia, que fue la potencia colonizadora desde finales del siglo XVII. Este proceso convirtió a Haití, cuya base étnica poblacional tiene en un 95% su origen en habitantes del África subsahariana, en escenario del primer caso en la Historia Universal por el que la rebelión de la población sometida al sistema de esclavitud condujo a su emancipación y a la abolición de esta forma de explotación de forma autónoma y perdurable en el tiempo, sentando un precedente definitivo para la supresión del comercio transatlántico de personas. Este episodio es específicamente recordado por Naciones Unidas mediante la Resolución 29/C40 para la constitución del Día internacional del recuerdo de la trata negra y de su abolición, que se conmemora cada 23 de agosto, y la institución de la medalla Toussaint Louverture, en homenaje a uno de los líderes políticos haitianos.
HISTORIA
¿Cómo nace Haití?
El 5 de diciembre de 1492, Cristóbal Colon arriba a La Española, parte de las que serán llamadas Antillas Mayores, y la isla pasa a formar parte del Imperio español. Antes de la llegada de los españoles, estaba habitada por las etnias Arawak, Caribes y Tainos; su población estimada entonces era de unos 300.000 habitantes.
A comienzos del siglo XVII, debido al auge que había adquirido el comercio informal de los colonos criollos de la isla y que iba en contra del monopolio que pretendía la metrópoli, el gobernador español Antonio de Osorio ordenó entre 1605 y 1606 la despoblación de las bandas septentrional y occidental de la isla con el fin de frenar esa práctica. Con el tiempo, en las zonas despobladas de la parte oeste se fueron asentando dos grupos, ambos de origen francés, estos grupos fueron: Los bucaneros, hombres que vivían del comercio de pieles, el cultivo de tabaco, la caza de reses y cerdos cimarrones; y también se asentaron los filibusteros. Primeramente ocuparon la Isla de la Tortuga y más tarde estos poblamientos determinaron que la parte occidental de la isla fuera reclamada por Francia. En 1697, España cedió a Francia esa parte de la isla por el Tratado de Riswick, constituyéndose el Saint Domingue francés.
A mediados del siglo XVIII, el Haití colonial, ocupado por Francia bajo un férreo y cruel sistema esclavista, contaba con una población de 300.000 esclavos y apenas 12.000 personas libres, blancos y mulatos principalmente. Esta férrea y cruel opresión fue despertando, juntamente con el odio, un deseo de libertad.
CEREMONIA VUDU O PACTO SATANICO
La Revolución Haitiana tuvo como punto de partida, una ceremonia en Bois Cayman, presidida por el Sacerdote Dutty Boukman, junto a una sacerdotisa africana. Dutty Boukman era un houngan (sacerdote) jamaiquino, de origen africano; que había sido vendido por su maestro británico, por haber intentado enseñar a leer a unos negros esclavos.
Este señor, profetizó que los esclavos Jean François, Biassou, y Jeannot serían líderes de un movimiento de resistencia y revuelta que liberaría a los esclavos de Saint-Domingue y junto a la referida sacerdotisa, organizaron el 14 de agosto de 1791, una reunión con los esclavos; Esta reunión tuvo la forma de una ceremonia vudú en el Bois Caiman, en las montañas del norte de la isla.
En dicha ceremonia, bajo la lluvia, los esclavos empezaron a confesar su resentimiento por su condición. Una mujer comenzó a bailar lánguidamente en la multitud, tomada por los espíritus de los loas (los demonios). Con un cuchillo en la mano, cortó la garganta de un cerdo y distribuyó la sangre a todos los participantes de la reunión que jurado matar a todos los blancos en la isla y lealtad a los loas; Una semana después de 1800 las plantaciones fueron destruidas y 1000 los dueños de esclavos muertos.
Después de degollado y haber bebido la sangre del cerdo, lo sacrificaron sellando su destino en la lealtad a la causa de la liberación de Saint Domingue; aunque también entregaban su destino al diablo; es por eso que señalamos tal acción como un pacto con el diablo.
El CERDO simboliza el poder espiritual, salvaje, libre, indomable y de los bosques y los antepasados.
Es necesario agregar que la sacerdotisa que dio a beber la sangre del cerdo, fungía como “el caballo” de los loas o loases. Se le llaman Loas, a los seres espirituales que usan a los que sirven en el vudú, montándose sobre ellos, por eso le llaman al poseído caballo. Es decir que estos espíritus malignos poseen a sus servidores para manifestarse directamente ante sus seguidores. . Hay varias clases de Loases: Los Ercili, Los Ogun y los Loases diablos, que son los mas malignos, que les gusta el sacrificio de los verracos. Que se presume fueron los que poseyeron a la sacerdotisa en Bois Caiman.
Después de la ceremonia o servicio vuduista, la persona poseída o caballo no sabe lo que le ha ocurrido, pues el demonio uso su cuerpo. Esa manera de proceder es totalmente diferente del Dios de la Biblia, que obra a través de nuestra volun¬tad, no del reemplazo de nuestra mente como tal. La verdad es que Dios respeta nuestra personalidad y voluntad."
Estas manifestaciones y actividad que realizaron fue lo que selló el pacto entre los loases (demonios) y los fundadores haitianos.
DESDE EL PUNTO DE VISTA CULTURAL
La cultura de Haití esta muy estrechamente ligada a la practica del vudú, lo cual viene a ser, mas que una manifestación cultural o folclórica, una religión del pueblo haitiano.
"El vudú está arraigado en la cultura haitiana", recalca Becky Noss, una mujer quien anteriormente fue misionera de EE.UU. en ese país caribeño, "El vudú mantiene a muchos haitianos en ataduras." Noss, quien presenció el servicio, tuvo un encuentro con la profunda influencia del vudú durante el período de dieciocho meses que estuvo en Haití. "Muchos haitianos están horrorizados por las maldiciones", dice Noss. "El vudú cobra fuerza en la vida de los haitianos." No obstante, Satanás no se está saliendo del todo con la suya. Dios todavía tiene misericordia y existe un pequeño remanente que ha creído lo que dijo Jesús en Mateo 16:18: "Edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella".
Actualmente, Haití es visto como la "cuna" del vudú, por ser parte intrínseca de su idiosincrasia. "Si te expresas mal sobre el vudú, corres el riesgo de ir al tribunal, esto es debido a que algunos practicantes del vudú son funcionarios de alto rango", sostiene el reverendo Varnel Jeune, director de Radio Lumiere, la estación radial de influencia evangélica que tiene el país. "El vudú está por todos lados en Haití."
Debido a que el estatus oficial de religión es sancionado por el estado, las ceremonias matrimoniales vuduistas son reconocidas legalmente, y los practicantes del vudú son conocidos por casar a personas muertas, mencionó Jeune.
También, cabe destacar que el escudo de armas, tiene además del gorro frigio, que aunque simboliza libertad, es también un honor a la diosa mitra. También, dicho escudo tiene un tambor, señalando claramente sus raíces africanas y adoptando los diferentes significados del tambor.
DESDE EL PUNTO DE VISTA RELIGIOSO
El 7 de abril del año 2003, el vudú adquirió la categoría de religión oficial de Haití, luego de siglos de sobrevivir en la cultura del pueblo e incluso después de haber sido prohibido. En una resolución suscrita por el presidente Jean Bertrand Aristide, se reconoció jurídicamente al vudú con estatus legal y declarándolo religión oficial. Lo cual nos demuestra que en Haití, el vudú no solo es visto como una practica folklórica cultural, sino también como una religión.
¿Qué es el vudú? La palabra vudú (o vodun) viene del dialecto Yoruba que significa "misterio". Esta religión proviene de África del Oeste de donde fue llevada a Haití por los esclavos. Ya en la isla se mezcla con el cristianismo francés y se crea el vudú. Esta creencia se encuentra basada en la adoración de "loas" o "espíritus"; muchos de ellos resultado de una mezcla con los santos cristianos.
Dentro de esta religión existen los "Bokor" quienes están en comunicación con los "loas". Estos Bokores son quienes tienen el "poder" de convertir a una persona en zombi. La creencia en la magia en ese país es tal que existen párrafos en su legislación que hablan de las penas que se deberán imponer a las personas que por ejemplo "zombifiquen" a alguien. Algo que es real, aunque ya hay explicaciones científicas a este acto. Se ha demostrado que el polvo el polvo zombi contienen varios tipos de neurotóxicos como tetradotoxina, datura metel, datura stramonium y ducuna pruriens, con lo cual le produce epilepsia a la víctima y después de 48 horas despierta, pero con daños cerebrales que le quitan la voluntad propia.
El vudú muestra que hay un dios principal, Olorún, quien es desconocido y está distante. Los vuduistas consideran que Olorún le da autorización a Obatalá, un dios menor, para que crea la tierra y todo lo viviente. Pero una batalla entre los dos dioses lleva a Obatalá al destierro temporal.
Esta misteriosa religión gira en torno al mundo espiritual, el reino de los demonios. En una sociedad llena de temor a los espíritus malvados y las maldiciones, son muchos los haitianos que piensan que el amoldarse a los espíritus brinda la mejor protección contra la calamidad personal.
Los rituales suelen ser complejos e implican varios pasos, incluyendo el salpicar de harina de maíz en el suelo y el repique de los sonajeros al son de los tambores. A medida que el ritual se intensifica, el sacerdote o la sacerdotisa canta y entra en un estado en el que empieza a bailar frenéticamente, al grado en que ya se encuentra poseído por un espíritu.
Finalmente, se lleva a cabo un sacrificio —lo cual suele ser un pollo, cordero, chivo o perro— y la sangre se echa en una vasija. La persona poseída se toma esa sangre por "satisfacer" al espíritu. El ritual representa una burla sobre el pacto de Dios con el pueblo del Viejo Testamento, señala Morquette. "Todo lo que Dios le pide a su pueblo hacer, es lo que Satanás le pide a su gente hacer también. Es por eso que se ve que se realizan sacrificios [de animales] en el vudú... porque los espíritus piden sangre."
CONSECUENCIAS DEL VUDU
El poder del vudú tiene consecuencias de gran alcance, y el mismo se extiende a cada esfera de la vida del haitiano. Claude Jacquet, pastor de la iglesia bautista de cien miembros ubicada en Puerto Príncipe, señala que el vudú alimenta la crisis del SIDA en Haití, porque promueve la inmoralidad sexual. "El sacerdote vuduista es una persona muy importante. Él puede escoger tener relaciones sexuales con cualquier miembro de su templo", expuso Jacquet.
"Le diría a la iglesia en América que, por favor, ¡ore por Haití!", ruega Jeune. "Creo en el futuro de la iglesia en Haití, porque Jesús ha prometido erigir su iglesia. Hay demasiada oscuridad en nuestra tierra, pero ya llegará la luz, de eso estoy seguro."
El testimonio de Freie Vachon es prueba de que el Espíritu Santo puede volver la oscuridad en luz. "El poder del vudú es brutal", afirma Vachon, quien anteriormente fue un sacerdote vuduista. "Cuando esos demonios se posesionan de una persona, esa persona puede realizar lo que sea. Se necesita hacer un sacrificio, pues los demonios quieren sangre."
Para Vachon, el objetivo final sería sa¬crificar a una niña cristiana, pero él testifica que fue azotado por el poder de Dios, aceptó a Jesús y empezó a procla¬mar a Cristo. Ya el vudú no ejerce dominio alguno sobre él. En cambio, el Espíritu Santo es su fortaleza. "Sé que el verdadero poder está en Jesús, no en el vudú”, asegura Vachon.
Pese a su naturaleza intimidante, el poder del vudú se desvanece ante la presencia de los creyentes llenos del espíritu. "Los espíritus del vudú tienen poder para sanar, matar y hacer cosas sobrenaturales", expuso. "Pero son totalmente ineficaces en medio de los verdaderos creyentes cristianos Esto se sabe muy bien en Haití. Los espíritus del vudú no pueden aparecerse en el ambiente de oración cristiano. Es muy obvio que existe una compatibilidad total, completa."
Sin embargo, la dominante influencia del vudú en la cultura haitiana, hasta cierto grado, ha llegado a penetrar la iglesia. La falta de entrenamiento teológico y la enseñanza de la Biblia son dos cosas que han dejado a algunos convertidos muy vulnera¬bles a las falsas enseñanzas y la aceptación del ciertas prácticas vuduistas al compararse con el cristianismo, aun en algunas iglesias evangélicas, afirma Morquette.
Maldiciones por vudú
En Haití, la pobreza, el SIDA y la crisis en el núcleo familiar se originan de la religión ocultis¬ta practicada en el país. La influencia des¬tructiva del vudú va más allá del reino espiritual, pues son muchos los haitianos que le temen a la prosperidad, por sentir terror de que su buena suerte provoque que otros sientan celos y los conviertan en blancos de maldiciones, apunta el Dr. Hubert Morquette, de World Relief.
Muchos haitianos están reacios a recono¬cer si son saludables o están bien, pues dice Morquette que cuando responden a la pregunta: "¿Cómo estás?", muchos prefieren contestar: "Mal", por tal de que no los maldigan.
Sumergidos en una cultura de fatalismo, los haitianos sufren de baja autoestima, debido al hecho de saber que comforman la nación más pobre y menos desarrollada fuera de África.
La enfermedad del SIDA es una crisis nacional, y abunda entre el grupo de personas más activa sexualmente (entre los de 15 a 49 años).
La explotación sexual infantil es otra fea realidad que las iglesias locales atienden con el apoyo de World Relief, el grupo humanitario de la National Association of Evangelicals (Asociación evangélica nacional) de EE.UU. "Muchas de las niñas de nuestras ciudades, y aun en nuestras iglesias, ejercen la prostitución", relata Phillipe Nicolas, de World Relief. "Los padres de dichas niñas están desesperados por el hecho de no tener qué comer, así que le aconsejan a las quinceañeras a vender su cuerpo por dinero. Y ese trueque es producto de la desesperación."
Además de la miseria y la pobreza de esa nación, era notorio el deterioro de su economía y su situación política; debido a que sus políticos y dirigentes han entregado a esa nación en manos de Satanás y no en manos de Dios.
La Biblia dice que el Ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen y los defiende; aunque hay miles de haitianos que le sirven a Cristo; ellos no escapan de la maldición generacional y territorial a la cual han sido entregados por sus lideres.
Alguien hizo una critica al respecto, señalando que hay naciones como: Suecia, Noruega, Japón, los 3 países con el índice de ateísmo mas alto en el mundo, pero que en ellos es donde se registra el índice de crimininalidad mas bajo, y la tasa de felicidad mas alta. A lo cual yo quiero agregar lo siguiente.
Así como hay grados de bondad, así también hay grados de maldad. Una cosa es ser ateo, indiferente a Dios, sin caer en prácticas dañinas para la persona y para la sociedad, y otra cosa es entregarse a conscientemente a los demonios. hay ateos con una moral tan alta como la de cualquier cristiano.
las practicas y servicios a los demonios, eran una de las cosas que Dios mas detectaba en el pueblo de Israel, y las detestaba también porque estas practicas son sucias y destruyen la sociedad misma y las vidas que ellas hay. Ya que Satanás ha venido para matar, hurtar y destruir.
No queremos afirmar que este terremoto es consecuencia directa de su servicio a Satanás; pero si destacamos que la miseria en la cual esta sumida esa nación; así como el atraso político, cultural, social y económico; son consecuencias directas de su religión oficial.
Guerra espiritual
Como en Sodoma y Gomorra, gracias a los pocos cristianos, o gente temerosa de Dios, las vidas de muchos incrédulos son conservadas. El asunto de Haití debe verse desde ese ángulo. Si no fuera por los pocos cristianos que viven en ese país, hace tiempo Dios hubiera hecho desaparecer ese país. Con el grupo de Creyentes que hay en Haití y la ayuda del pueblo de Dios aquí en este lado, podremos echar fuera esa maldición o por lo menos que no siga creciendo en lo que Cristo viene a buscar a su iglesia.
La estrategia principal de Satanás es convencer a la gente que es sumamente poderoso o que no existe. A él no le importa que usted le ignore; de hecho, el Apóstol Pablo señala en 2 Corintios 2:11 que él no ignoraba las maquinaciones de Satanás, lo cual fue parte de su victoria y sus logros.
Tenemos que reconocer a nuestro enemigo Satanás, desenmascararlo por lo que hace y oponernos a él bajo el poder del Espíritu Santo.
El vudú no es cultural, el vudú es una religión satánica.
El pastor Sylvain Exantus, un profesor del seminario que está en la Iglesia de Dios de la capital haitiana, confirma que es demasiado necesario el entrenamiento teológico en la creciente congregación evangélica y carismática de Haití. Esto sucede, en parte, para hacer que la iglesia en ese país sea capaz de enfrentar de forma eficaz la influencia del vudú allí.
MINISTRO HILARIO BALIO
Dios me está llamando a orar por este país. Pueden bridarme más información sobre la situciñon de la iglesia en este país? Sus principales necesidades de una manera más específica? Conoce de Pastores o Misioneros en este lugar? Me gustaría contactarme con ellos.
ResponderEliminar